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Quizá suene raro pero es asombroso como unas palabras te puede cambiar la vida. Todo en este mundo siempre tendrá un impacto en nosotros. Algo que aprendí con el tiempo es que las palabras pueden doler mucho más que los golpes. Una sola palabra, una sola frase te puede bajar el autoestima, la motivación, toda la esperanza y aunque sea muy difícil de creer, esa la triste realidad.
Regresando al correo... abrí el mensaje; realmente no tenía ni la menor idea de quién era hasta que finalicé de leerlo. El e-mail no estaba especificado, sólo aparecían unos números junto con un "no-reply"-. ¿Quién era? Pues aún me cuesta darme cuenta que esa persona lo envió. Respecto a lo que dije antes: este correo me dio esperanzas, por el contrario. Finalmente pude darme cuenta que sí le importaba a aquella persona... al menos por ese momento.

viernes, 15 de octubre de 2010 en 19:38 , 0 Comments