crisis.

No fui a la reunión pero bueno, no estaba con ánimos. Lo único que espero es que se haya divertido, se lo merece.
Llamé a mi mamá para que me recoja de La Punta, al fin y al cabo no me quedaría sola en una casa desconocida. Ni siquiera tenía ganas de regresa sola a casa, presentía algo malo así que abandoné la opción de regresar por mi cuenta. 

Mamá llegó como a las cuatro de la tarde a recogerme. Durante el camino hablamos un poco sobre qué había hecho y cómo me había ido. Trataba de mantener esa falsa sonrisa en mi rostro. Mamá odia verme triste y por lo menos quiero darle la satisfacción que "todo anda bien".
Al llegar a casa revisé mi correo, hablé un rato con Silvana y leí unas revistas que estaban sobre mi cama. Al parecer, mi madre las había recibido en mi ausencia.
Llevaba dos semanas sin desayunar y durante mi estadía en La Punta sólo había comido un pastelillo de chocolate. Ya me había acostumbrado a esa rutina, pero sabía que debía comer algo más que un bocadillo. Fui a la cocina (realmente tenía hambre), abrí la alacena y vi una caja de cereal, galletas y jugos. Pensé que un tazón de cereal con unas cuantas galletas integrales no me vendrían mal. Me sentía tan feliz en ese momento y no sabía por qué. De pronto, pude sentir el sabor de cereal en mi boca y se me quitó el hambre. Mis nervios se alteraron tanto que comencé a llorar. Ni yo entendía el por qué de esa reacción.

martes, 7 de diciembre de 2010 en 19:47 , 0 Comments

it's your birthday!

Hoy nos despertamos y fuimos a correr por el malecón, desde ahí la vista es hermosa. Al llegar a casa nos duchamos y nos alistamos ya que es el cumpleaños de una amiga. Está organizando una pequeña reunión pero la verdad es que no tengo muchas ganas de ir. Es una de mis mejores amigas y no me podía quedar de brazos cruzados el día de su cumpleaños así que le escribí esta carta:


Primero diré: feliz cumpleaños Sonrisita. Catorce años, WOW, estás creciendo :) tienes que disfrutar tu día a full ah, no vale enojarse o disgustarse por algo, si no llamo al pan Bimbo.
Te conozco por tres (y un poquito más) años y ese tiempo me bastó para darme cuenta lo valiosa que eres como una amiga y como una hermana. ¿Quién siempre estuvo ahí para apoyarme? TÚ. ¿Quién siempre me levanta el ánimo? TÚ. ¿Quién es mi BFF? TÚ<3 Y eso nada ni nadie lo cambiará. Eso es algo de que estoy segura; que nuestra amistad nunca acabará, por nada del mundo. Superamos los altos y los bajos y lo seguiremos haciendo así. Aunque somos de dos promociones diferentes tú sabes muy bien que siempre podrás contar conmigo, así sea para la cosa más insignificante; siempre estaré ahí para ti, así como tú lo has hecho.
Tantos momentos de risas, lágrimas, angustias, emociones, que he compartido contigo y no me arrepiento de nada. L&M eh, no lo olvides (;
DASI, tu amistad no la cambiaría ni por todo el dinero del mundo. Eres única y bueno ¿qué más te puedo decir ERES MI QUINCE *-*
Espero que tu día este lleno de alegrías y sorpresas y ojala te haya gustado esta pequeña carta :)
Te quiero, adoro y amo amiga por siempre<3
atte.
DO


martes, 30 de noviembre de 2010 en 20:56 , 0 Comments

keep smiling.

Han pasado un par de meses desde que le dije. La verdad es que no pensé que esa podría ser su reacción, pero bueno TÚ sabes por qué haces las cosas. Mis pocos amigos que ya lo saben se lo han tomado muy a la ligera y me han apoyado. Al menos recibí su apoyo. Al principio mi madre no estuvo de acuerdo pero finalmente aceptó. Ella sabe que es lo mejor después que le comenté todo. Aún es difícil olvidar esa situación que viví. Todo fue tan rápido. Me miró, le dije y fin del tema. Nunca más lo conversamos, pero todavía sigue pendiente en mi mente. De todos modos no quiero pasar el verano deprimida o angustiada. Quiero vivirlo cómo si fuera mi último verano en este mundo y así lo haré. Puedo perdonar, pero no olvidar. No soy rencorosa ni nada por el estilo pero cada vez que algo así sucede, deja una pequeña cicatriz en mi corazón y esa cicatriz no se desvanece. Cambiando de tema, hoy iré a La Punta con unos amigos. Me quedaré ha dormir en la casa de uno de ellos. Te tengo el presentimiento de que este será un buen día.

martes, 23 de noviembre de 2010 en 20:30 , 0 Comments

tell me why.

"-te llamó. Me dijo que le devuelvas la llamada apenas regresaras", fue lo que me dijo mi mamá. Al escuchar estas palabras, lo miré y el me dijo con la mirada "hazlo". Me despedí de él y pasé desconcertada a mi cuarto. Me tiré sobre mi cama y a los minutos me di cuenta que si seguía con esto, mi vida se arruinaría, más de lo que está. Era hora de decirle todo, pero absolutamente todo. La verdad es que no estaba muy segura de cuál podría ser su reacción pero sabía que esto debía terminar. Lo más probable es que se pregunté ¿por qué? Aunque algo de mí dice que no lo hará, al fin y al cabo, no le importo y debo dejar de ser una idiota. Cogí el teléfono y marqué el número.

en 20:19 , 0 Comments

fake friendship.

Para ser honesta, en esa precisa etapa de mi vida, lo consideraba la única persona en la cuál confiaba y bueno, que me quería de verdad y que no era como aquellos falsos y falsas que me decían "te quiero" o "te amo" sólo por decirlo cuando en realidad no lo sentían. Por mi parte, siempre odié eso así que nunca lo hice. Siempre que lo decía, lo sentía. 
Nos dirigimos al parque que se encontraba frente a su casa. Vivía en una hermosa zona de San Miguel, en un edificio de siete pisos. El vivía en el quinto y desde su balcón se podía contemplar a los chicos y chicas que disfrutaban de un día soleado y alegre mientras yo me hundía lentamente en un dilema creado por mi conciencia y mi corazón. 
Al sentarnos en una banca donde podíamos ver un atardecer de película, me dijo: Debes decirlo. Cómo siempre, pensé que no era lo mejor pero me arriesgué y supe que era lo correcto. Le dije: Tienes razón, terminemos esta farsa. 
Me acompañó a mi casa, donde mi mamá me recibió con un encargo. 

lunes, 22 de noviembre de 2010 en 18:10 , 0 Comments

knock on his door.

Es duro pensar como de la tranquilidad de mi hogar, pasé a esta casa a la que la puedo llamar infierno. Como pasé de estar en los brazos de mi mamá o de mi abuela, rodeada de mi familia, a estar sola en una esquina de una habitación, preguntándote por qué las cosas cambiaron tan radicalmente, claro, literalmente.
Necesitaba respirar un poco de aire, así que salí de mi casa. Mamá no estaba. Eso me daba un poco más de tiempo para ausentarme. Al pasar el umbral de la puerta, me pregunté ¿y ahora qué?  Atiné a comprar en la tienda frente a mi casa. Pedí una cajetilla de cigarros. La vendedora me quedó mirando desconcertada y me los entregó. Al fin y al cabo, no eran para mí. No pensaba en fumar en aquel momento, tenía mi mente en otra cosa.
Caminé hacia la avenida y tomé un carro. Al llegar a mi destino, bajé del auto y caminé unas 8 cuadras. Era como una visita sorpresa. Él no pensaba que me iba a aparecer en su casa de repente, pero bueno, necesitaba que alguien me escuche.

miércoles, 10 de noviembre de 2010 en 20:53 , 0 Comments

close it.

Quizá suene raro pero es asombroso como unas palabras te puede cambiar la vida. Todo en este mundo siempre tendrá un impacto en nosotros. Algo que aprendí con el tiempo es que las palabras pueden doler mucho más que los golpes. Una sola palabra, una sola frase te puede bajar el autoestima, la motivación, toda la esperanza y aunque sea muy difícil de creer, esa la triste realidad.
Regresando al correo... abrí el mensaje; realmente no tenía ni la menor idea de quién era hasta que finalicé de leerlo. El e-mail no estaba especificado, sólo aparecían unos números junto con un "no-reply"-. ¿Quién era? Pues aún me cuesta darme cuenta que esa persona lo envió. Respecto a lo que dije antes: este correo me dio esperanzas, por el contrario. Finalmente pude darme cuenta que sí le importaba a aquella persona... al menos por ese momento.

viernes, 15 de octubre de 2010 en 19:38 , 0 Comments

goodnight.

Nunca le entregué esa carta. Quizá me arrepiento, quizá no, pero ya no se puede hacer algo. Escuchando música me quedé dormida. Dormí alrededor de 6 horas.
Al despertarme, traté de descifrar mi sueño. Se había vuelto algo muy común para mí. Siempre despertaba y al instante escribía el sueño que tenía en un pequeño blog que se encontraba en mi mesa de noche. Cada sueño significaba algo, pero lo inusual era que no eran los típicos significados que todos conocen. Yo misma los interpretaba a mi manera y me alertaban de cosas que iban a suceder pronto.
El sueño que había tenido esta vez había sido muy confuso y para nada claro. Me tomó demasiado tiempo tratar de encontrarle un significado. Lamentablemente no pude hallarle uno. Esto me asustó un poco porque fue la primera vez que me pasaba algo así. Traté de olvidarme de aquello. Me levanté de mi cama y apagué la radio. Crucé el pasadizo y me dirigí al cuarto de mi madre. Ella se encontraba despierta y al verme, corrió a abrazarme. Las dos comenzamos a llorar. Le pregunté si podía quedarme en su habitación ya que estaba asustada. Ella asintió y me senté en un largo sillón color morado que se encontraba debajo de la ventana.
Ahí me encontraba, tirada en un sillón, hundida en un mar de pensamientos... de un millón de preguntas pero ni una respuesta. Para eso ya eran las 23hrs. y como, según mi madre, soy nocturna, decidí ir a comer algo finalmente. Cuando terminé, prendí el computador y me encontré con algo muy inesperado en mi bandeja de entrada de correo electrónico.

jueves, 16 de septiembre de 2010 en 6:45 , 0 Comments

listen carefully.

Escribí todos los pensamientos que aparecieron en mi confundida mente. Pude escribir alrededor de 5 páginas en menos de 30 minutos. Después de un tiempo mi madre apareció con el almuerzo. Le agradecí. Se aproximó al umbral de la puerta y volteó a mirarme. Abrió la boca como si quisiera decirme algo pero al instante la cerró y se marchó.
Cerré la puerta y abrí un cajón que se encontraba debajo de mi cama;  casi nadie sabía de su existencia. Quizá sí pero no se les pasaba por la mente que ahí estaban los objetos que más quería y también los más privados. Mi diario; una cajita musical que debajo de la muñeca se encontraban todas las cartas que me habían dado; un oso de peluche que poseía un cierre en la parte de atrás, ahí guardaba todas las cartas que había dado; y por último un piano del tamaño de una cartuchera, donde estaban todas las cartas que escribí pero nunca entregué.
Ese piano y mi diario eran mis objetos más preciados, lo que más me importaba.
Bueno, abrí aquel cajón, saqué el piano y una pequeña radio que me habían regalado por mi cumpleaños. Prendí la radio y puse mi emisora favorita a todo volumen.
En un rincón de mi cuarto, se encontraba un sillón donde podía sentarme tranquilamente a escribir. Ubiqué la radio en el estante de al lado y abrí el “piano-cartuchera”.
Saqué una de las cartas y comencé a llorar. Justo en ese preciso momento escuché en la radio “I don’t love you” de My Chemical Romance.


en 6:41 , 0 Comments

alright.

Cuando menos lo imaginé, me encontré a mí misma hablando con ese "alguien". Era como si hubiera aparecido de la nada y justo en el momento indicado. Muy amablemente decidió acompañarme a mi casa y por ese momento no me sentí sola. Había prácticamente olvidado que era sentirse acompañada.
Al llegar a mi casa, se despidió de mí y dijo "nos vemos". Lo primero que hice fue dudarlo, ya que las personas que más quería, me mentían de esa manera. Ya no creía en nadie, solo en Dios. Él era quién me escuchaba, me comprendía y no me juzgaba.
Entré por la puerta principal, vi a mi madre limpiando la mesa y me preguntó si tenía hambre. No respondí e ingresé a mi cuarto muy silenciosamente. Mi madre muy extrañada de mi misteriosa actitud, tocó la puerta de mi dormitorio y pasó. Se sentó a mi lado, me abrazó y me dijo "todo va a estar bien". Lo dudé por un momento; luego, ese pensamiento desapareció de mi mente y le devolví el abrazo. Se retiró y finalmente yo pude sacar mi diario. Bueno, realmente no era un diario; ahí anotaba mis pensamientos. Busqué una página en blanco, cogí un lápiz que estaba tirado en mi cama y escribí...

viernes, 10 de septiembre de 2010 en 18:25 , 0 Comments

hard.

Día complicado y aún no termina. Difícil asimilar todo lo que me está sucediendo. Problemas en la casa, en el colegio, en los talleres, algo más? Ah, me olvidaba, YO. No soy un problema pero tengo uno que afecta mi comportamiento y mi manera de pensar. Dejando de lado mi enfermedad, me concentré en los estudios. No puedo bajar mis notas... no debo; si lo hago, una parte de mi vida se iría directo al tacho. Eso no debe ocurrir.
Resignada a entender la aritmética, salí de la clase sabiendo muy bien que no era la hora de recreo o de salida. Me dirigí al balcón como usualmente lo hacía cuando no podía expresar como me sentía. Buscaba un sentido a la vida, o bueno, a la mía. 
Cuando menos lo pensé, vi el reloj que marcaba las 3:3Opm. Regresé al salón donde todas me preguntaban donde estuve. No respondí a nadie, no miré a nadie. Simplemente caminé lento hacia los casilleros, cogí mi maleta, un cuaderno de apuntes y volví al balcón.
Mis amigas comenzaron a salir y se pusieron a mi alrededor. Unas decían que me iban a sancionar, otras me preguntaban si me encontraba bien, otras simplemente estaban contemplándome mientras miraba detenidamente el cielo. Recuerdo que vi a una de ellas soltar una lágrima, la única que sabía de mi diagnostico. Sin embargo, a ninguna le respondí, no me moví.
Todas ellas se retiraron y cuando me aseguré que nadie estaba ahí, bajé las escaleras y salí del colegio. 
Al llegar a la esquina de mi escuela, alguien se acercó.

jueves, 9 de septiembre de 2010 en 19:24 , 1 Comment